Morir, vivir...
por tu amor
es tan dulce y tan amargo a la vez
como inundar con el perfume de una rosa mi nariz
mientras mi mano aferrada a su tallo sangra
por las espinas que se van enterrando en mi piel...
Y aún asi
no dejo de embriagarme en tu perfume
y aún asi
mis manos se siguen aferrando con fuerza
a esas espinas que me lastiman
y aún asi
la sangre fluye por mis muñecas
y si todavía tengo sangre
y si todavía fluye tibia
y si todavía siento tu perfume...
todavía tengo vida
para acariciarte
para extrañarte
para desearte
para amarte.
Alondra Sierra - 15/09/06
2 comentarios:
En el amor verdadero, uno se arriesga a todo, lo da todo, sin importar las consecuencias, y esa es justamente la esencia.
Hermosos versos.
Besos.
Coincido totalmente... amar con toda el alma y dar lo mejor de uno por querer hacer feliz a ese amor.
Gracias =)
Besos
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